Historia

Pro-Bono, Inc., es una corporación sin fines de lucro, fundada en el 1981 por el Colegio de Abogados de Puerto Rico con el propósito de ofrecer servicios legales gratuitos a personas indigentes en el área civil y administrativo del derecho.   Surge como respuesta a la inquietud de un grupo de abogadas y abogados altruistas y comprometidos con la causa de los pobres, que interesaban crear un instrumento que les permitiera viabilizar formalmente sus ansias de poner sus conocimientos y habilidades al servir a los menos afortunados.

Gracias a la excelente labor de miles de compañeros y compañeras que a través de los años han servido como voluntarios y voluntarias del panel, Pro-Bono ha recibido el reconocimiento de distintas organizaciones tanto en Puerto Rico como en Estados Unidos.  En 1984 la National Legal Aid and Defender Association, una reconocida organización de los Estados Unidos, le otorgó el “Harrison Tweed Award” como uno de los tres mejores programas de ayuda legal al indigente.  La American Bar Association ha elogiado la excelencia de Pro-Bono tanto en la cantidad como en la calidad de los casos atendidos.

Los fondos para financiar las operaciones del Programa provienen mayormente de aportaciones anuales de Servicios Legales de Puerto Rico, fondos asignados por la Legislatura y el Gobierno de Puerto Rico, del Departamento de Justicia y del Colegio de Abogados y Abogadas de Puerto Rico.

Pro-Bono es un grupo exclusivo, pero sencillo, de profesionales del derecho, que toman con seriedad la vocación legal, que es una de amor y servicio; un grupo de hombres y mujeres comprometidos con la justicia y con un Puerto Rico mejor para todas y todos.

Nuestra misión

La  misión de Pro-Bono es lograr que también los pobres tengan igual acceso a la justicia,  y aspiramos a que con nuestro esfuerzo se estreche la amplia brecha que separa al indigente de la justicia.  Nuestro proyecto es y debe ser uno que le garantice al mayor número de clientes elegibles tener acceso a un abogado o abogada en el momento que lo necesite,  por lo que nos urge reclutar la mayor cantidad de abogados y abogadas para hacer viable este esfuerzo.

La clase togada de Puerto Rico se caracteriza por su inequívoca vocación de ayudar en forma voluntaria,  gratuita y desinteresadamente a las personas de escasos recursos económicos.  Testimonio de ello es el hecho de que anualmente  Pro-Bono junto al Colegio de Abogados de Puerto Rico y Servicios legales de Puerto Rico,  reconocen  anualmente  aproximadamente 800 abogados y abogadas que cumplen a cabalidad con su obligación  ética.

Exhortamos a todas y todos los abogados y abogadas que practican privadamente la profesión legal en Puerto Rico, y que no forman aún parte de Pro-Bono,  a que se unan hoy mismo.  Les aseguramos que aquí encontrarán la satisfacción y el regocijo de saber que lograron una  diferencia positiva para otros.

            ¡Es una  labor que vale la pena realizar!